19 de octubre de 2010

Teoria de los Sistemas y las concepciones sistematicas del Curriculum

mREPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA.
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN Y RECREACIÓN DE SABERES.
DIPLOMADO PARA LA FORMACIÓN Y DESARROLLO PEDAGÓGICO.
Realizado por:
María Perdomo, Fredy Araujo, José Martínez
Alida Hugas y José Luis Ascanio.



















Caracas, Junio 2010
Para abordar el tema concerniente a la teoría general de los sistemas y su aplicación en la concepción del currículo, debemos partir por explicar algunas definiciones inherentes al mismo para centrarnos en algunas posiciones encontradas entre varios autores. Definimos en una síntesis a la Teoría General de los Sistemas como el cuerpo de doctrina que se basa en la comprensión total de los fenómenos a partir de las relaciones interdisciplinarias de diversas áreas del conocimiento, esto consiste en adaptar ciertas características de cualquier teoría o varias teorías, sin importar su género y describir un nuevo marco de conocimientos. La Teoría General de los Sistemas fue expuesta por primera vez por Ludwig Von Bertalanffy en el libro que lleva por título ese mismo nombre.

Sus aplicaciones a la pedagogía y a las ciencias de la educación plantean algunas contradicciones en las posturas que asumen algunos autores que se refieren al tema. A continuación describimos el desarrollo de esta teoría, la cual según en su acepción contemporánea podemos dividir en cuatro momentos fundamentales: Empirismo Tradicional, Estructuralismo, Enfoque Sistémico, Enfoque Cibernético.

Empirismo Tradicional.
La realidad es fraccionada con el propósito de comprenderla. De la atomización surgieron las disciplinas científicas y humanísticas. Su metodología se basa en la unicausalidad: una causa explica un solo efecto, sin considerar los múltiples factores que pueden caracterizar a un acontecimiento.

Estructuralismo.
La realidad no está constituida por elementos fraccionados que se enlazan individualmente, sino más bien por estructuras complejas que guardan interrelaciones disímiles entre sus componentes. Sugiere que la transformación de la realidad no acurre por una sola causa, ni es lineal, sino que se rige por un juego de alternativas según la finalidad del científico.

Enfoque Sistémico.
Aquí se plantea una evolución de la concepción anterior. La estructura se convierte en organización, en modelos aplicables que devienen en sistemas generales, es decir, que tienen una perspectiva globalizadora. Este se sustenta en dos criterios opuestos y complementarios: Homeóstasis y Entropía. La homeóstasis es constancia, invariabilidad, y la entropía es transformación. En el intercambio dialéctico de estos dos factores se encuentra el equilibrio de la dinámica de los sistemas, el exceso de uno implica defecto del otro. Exceso de homeóstasis conduce a la inercia y al reposo; exceso de entropía conduce al caos y la desaparición del sistema. El equilibrio de los sistemas humanos asemeja una espiral creciente en la que cada enfrentamiento de la homeóstasis con la entropía genera una nueva posición que supera  a la precedente o se diferencia de ella.

Enfoque Cibernético.
Son sistemas cuya virtud es ser autoregulados, es decir, que el efecto de la acción o resultado, que genera una actividad en el sistema, ejerce una nueva influencia en la producción de nuevos resultados. Esto es posible debido a dos rasgos característicos: La retroacción y el Equilibrio dinámico.

A continuación señalaremos algunas de las características principales de los sistemas contemporáneos, estos son:
a.     Configuración de una visión globalizadora.
b.     Los componentes mantienen una interrelación constante entre sí.
c.     El proceso está orientado por y hacia fines y objetivos (Origen teleológico).
d.     Tiene jerarquía (suprasistema, subsistemas).
e.     Se aplica el isomorfismo científico, (posibilidad de transferir principios rectores de uno a otro ámbito cognoscitivo o aplicativo).
f.       Tiene un equilibrio dinámico sustentado en la homeóstasis y la entropía.

A continuación mencionaremos algunos modelos que derivan del enfoque sistémico. Por ejemplo, la concepción que aplica a la planificación del currículo la autora Viola Soto Guzmán se basa en el esquema metodológico secuencial que plantea Roger Kaufman en su libro, y que se expresa así:

1.     Identificar el problema.
2.     Requisitos y alternativas de solución.
3.     Seleccionar la estrategia de solución.
4.     Implantación.
5.     Determinar la eficacia de la solución.
6.     Retroacción y revisión.

La técnica de Viola Soto es el análisis de sistemas de Kaufman, que consiste en la descomposición del todo en sus elementos y establece sus relaciones, atendiendo a criterios cronológicos o jerárquicos. Se puede resumir de la siguiente manera: En síntesis, se intuye el problema o carencia curricular. Se investiga la realidad y se realizan análisis ocupacionales con sus respectivos perfiles, y se formulan las prioridades y las proyecciones, esto parte de un criterio de la evaluación de necesidades y de la idealización de una condición futura, que se identifican a través de dos categorías que se denominan perfil de entrada y perfil de salida o polo de entrada y polo de salida, el primero se refiere a lo que es y el segundo a lo que debería ser. En la segunda etapa el planificador estudia las alternativas de solución al problema en un marco de probabilidades y limitaciones. En la tercera etapa toca responder las preguntas: ¿Qué hacer y Cómo hacerlo? Y encontrar la alternativa, la cual resume en un complejo de estrategias y medios estructurados en secuencia lógica. La cuarta etapa consiste en emplear una metodología que permite experimentar, aplicar la alternativa seleccionada en las condiciones previstas. La quinta etapa se refiere a la verificación parcial o total de los productos del esfuerzo organizacional del sistema. La sexta etapa es la evaluación final del proceso, sin embargo la retroacción y revisión es permanente durante todo el proceso.
Otro modelo sistémico es el que nos plantea José Antonio Arnaz, que sugiere cuatro etapas expresadas de la siguiente manera:
1.     Elaboración o planeamiento.
2.     Programación o instrumentación.
3.     Aplicación.
4.     Evaluación del currículo.

1.     En la etapa que se refiere a la elaboración del currículo se distinguen cuatro pasos elementales: Formular los objetivos, Construir el plan de estudio, Diseñar el sistema de evaluación, Elaborar los programas o cartas descriptivas.

2.     Programar o instrumentar el currículo se refiere a programar las actividades que conformarán el plan, este incluye el entrenamiento de los docentes, los instrumentos de evaluación, los recursos didácticos, la administración del currículo y las instalaciones físicas.

3.     La aplicación se refiere a poner en marcha el plan, poner en movimiento a los docentes y alumnos.

4.     La evaluación del currículo es una etapa descriptiva y funcional que retroactúa sobre los cuatro componentes en sí mismos.

Este sistema se basa en un esquema riguroso de objetivos que se expresan en diferentes niveles o instancias de funcionamiento, que se influyen de manera bidireccional de arriba hacia abajo y viceversa. Existe en este modelo una relación de género entre objetivos y contenidos, es de gran alcance técnico, pero según su autor su concepción está al margen de la filosofía de los valores, lo que representa una incongruencia con lo que plantean los fines de la educación de cualquier modelo educativo en cualquier contexto histórico. Para Arnaz el diseño técnico del currículo es un proceso carente de valores, conduce a la reproducción del repertorio de conductas sociales establecidas y legitimadas en última instancia por los valores constituidos, lo cual está parcialmente acertada su reflexión, pero por otra parte niega que existe un proceso dialéctico en la dinámica de las relaciones de los hombres, lo cual hace posible la valoración de las circunstancias obligando al hombre a cuestionarlas y querer trascenderlas. Por otra parte ante estas posturas surgen otras perspectivas y concepciones en cuanto a las aplicaciones de los enfoques sistémicos y por ende otras consideraciones en cuanto a sus clasificaciones, como por ejemplo:
a.     Enfoque sistémico estático.
b.     Enfoque sistémico dinámico.
c.     Enfoque sistémico indagador.
d.     Enfoque sistémico instruccional.

Los cuales aportan otra visión de análisis del tema, descubriéndonos lo complejo y profundo del asunto, ya que en virtud de una definición exacta de lo que representa un estudio sistémico, los autores que hablan del tema no coinciden entre sí con sus planteamientos y dejan las siguientes incertidumbres, para la valoración y el estudio, en cuanto a qué, si, ¿Es el estudio para distinguir la estructura de una cosa?; ¿Es el estudio para establecer sus fases? O ¿Es el estudio para describir los procesos inherentes a ella? Concluimos que las características de los enfoques sistémicos no trascienden por separado. Análisis de la estructura del objeto, análisis de sus fases o niveles de construcción y análisis de sus procesos deben ser integrales, holísticos, lo que en resumen constituye una buena crítica a los modelos anteriores y perfila un horizonte diferente para la aplicación de los enfoques sistémicos con mayor amplitud y ciencia, desprendiéndonos de modos estandarizados.

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